Haciendo justicia

Dos niños graban a Superman con sus móviles mientras le hacen preguntas para su podcast. “¿Alguna vez has peleado con un hipopótamo?”, le pregunta uno de ellos. “¡Eso es tonto”, le responde el otro. “Debe de ser de lo más mortal”, continúa el otro. “¿Qué es lo mejor del Planeta Tierra?”, le acaban preguntando. Superman duda, mira al suelo y después dirige su mirada al cielo. Y, entonces, sonríe.

Así comienza esta película. Una escena que nos puede recordar mucho a los primeros minutos de Spider-Man: Homecoming (2017, Jon Watts), al menos en estilo, y que ya nos da una pista de que Liga de la Justicia (Justice League) va a estar un poco influenciada.

El hijo de Krypton contra el Murciélago de Gotham

iNadie puede dudar a día de hoy de que los superhéroes son uno de los personajes favoritos del público y, en consecuencia, para la gran industria del cine. Iron Man (Jon Favreau, 2008) fue quizás la película que devolvió a los superhéroes esa notoriedad que no habían conseguido Spider-Man (2002, Sam Raimi) o Fantastic Four (2005, Tim Story) y que haría que Hollywood comenzara a presentar al público nuevos y viejos personajes que muchos conocían a través de los comics de las editoriales Marvel y DC. A lo largo de este año son, y van a ser, numerosos los estrenos de películas de este género. Ya se ha podido en pantalla grande Deadpool (Tim Miller) y nos esperan otras como X-Men: Apocalypse (Bryan Singer), Captain America: Civil War (Joe y Anthony Russo) o Doctor Strange (Scott Derrickson). Sin embargo, una de las últimas películas en estrenarse reúne a dos de los grandes superhéores de la historia: Batman vs Superman: Dawn of Justice.