¿Cuántas veces hemos podido escuchar la sintonía de la factoría Disney? Es casi imposible saberlo, pero hace unos meses la pudimos escuchar, por primera vez, de una manera muy especial, porque no es normal que escuchemos esta archiconocida melodía al estilo mariachi. Aunque estemos hablando de una película propiamente de Pixar. Y todo es obra de Coco.
¿Recordáis ese coche rojo, un principiante que aspiraba a ganar la Copa Pistón y convertirse en el mejor coche de carreras, que por orgullo pierde pero que con ayuda consigue ganar algo más importante que una carrera? Pues después de su aventura por diferentes ciudades del mundo, Rayo McQueen vuelve en Cars 3.
Se dice que segundas partes nunca fueron buenas, y si bien sería mejor decir que “nunca fueron mejores”, algo de razón hay. Excepciones hay, por supuesto: El Padrino 2 (1976, Francis Ford Coppola), Terminator 2 (1984, James Cameron) o El caballero oscuro (2008, Christopher Nolan), por mencionar algunos ejemplos. Pero, ¿qué ocurre con las terceras? Con sus salvedades, hay un calificativo que puede definirlas: innecesarias. Un nuevo ejemplo es Gru: Mi villano favorito 3 (Despicable Me 3).
¿Qué ocurriría si, nada más nacer, te categorizasen en función de aptitudes sensoriales? ¿Qué serías? ¿Bebé o jefe? Porque no cabe duda que hay personas que nacen para mandar. Como ejemplo, El bebé jefazo (The Boss Baby).
La LEGO película (2014, Philip Lord, Christopher Miller y Chris McKay) fue uno de los grandes éxitos de animación del 2014. Así que la mejor opción para continuar con este éxito (haciendo tiempo para que se estrene la secuela de la LEGO película y La LEGO Ninjago película) ha sido la creación de este spin-off: Batman: La LEGO Película (The LEGO Batman Movie).
Pocos comienzos se han quedado tan grabados en la memoria de adultos y niños como éste. La simple (y a la vez compleja) visión de un niño es el punto de partida de una de las novelas infantiles más importantes que protagonizaba una de las películas que llegaba a nuestras pantallas este verano: El Principito (The Little Prince)
La animación es uno de los géneros fílmicos más infravalorados por el gran público. Considerado como un producto meramente infantil, muchas son las productoras que prueban que eso no es cierto. Disney y Pixar ya han demostrado que su cine no siempre es tan simple como puede aparentar en un primer momento [Up (2009, Pete Docter & Bob Peterson) y Wall-E (2008, Andrew Stanton) son dos de los mejores ejemplos, aunque no los únicos]. Por su parte, el Studio Ghibli lo lleva demostrando desde su primera película, Nausicaä del valle del viento (1984, Hayao Miyazaki) hasta El cuento de la princesa Kaguya (2013, Isao Takahata), una de sus últimas producciones. Aunque con menor recorrido, Laika lleva desde 2005 haciendo lo propio. Hace poco estrenaba su última película, Kubo y las dos cuerdas mágicas (Kubo and the two strings).
Siempre es una delicia poder ver una película que haya salido de los Studio Ghibli. Más aún si se trata de una de las dirigidas por Hayao Miyazaki. Hace ya tres años desde que el director japones se retirara de la dirección, pero sus trabajos siguen deleitando a muchos. Una de esas cintas corresponde a la película de la que vamos a hablar hoy: La princesa Mononoke (Mononoke-hime).
Ante cualquier adversidad, una pequeña pez cirujano nos recordaba (irónicamente) lo que había que hacer. Sigue nadando. Ahora es el turno de esta adorada compañera del pesimista Marly de protagonizar su propia película: Buscando a Dory (Finding Dory).
The Cinema Columnist 